La estrategia Aprendo en casa surgió en una situación difícil e inesperada, con algunas virtudes, pero también con ciertos vacíos e incoherencias, producto, precisamente, de que se implementó sobre la marcha. Transcurridos tres meses desde su lanzamiento se han observado algunos avances como la formulación de proyectos que movilizan competencias de diversa naturaleza o la articulación de la programación de radio, televisión y web.
Sin embargo, hay algunas tareas pendientes que deben ser atendidas desde el Ministerio de Educación (Minedu), especialmente las relacionadas con el diseño de las actividades semanales y las guías que se ofrece a los maestros. Se observa, por ejemplo, que algunas competencias no se relacionan con las actividades propuestas o que en los proyectos se priorizan dos o tres competencias, pero solo se presenta una evidencia o un solo criterio de evaluación. Esto, sin duda, causa confusión en el maestro y, hasta cierto punto, malestar.
Quiero referirme particularmente a la formulación de los criterios de evaluación que se hace en la programación semanal de radio y TV. Para el efecto, cito lo que el propio Minedu plantea sobre el asunto. En la RVM 094-2020-MINEDU se dice que “los estándares de aprendizaje constituyen criterios comunes, referentes para la evaluación de aprendizajes, tanto a nivel de aula como de sistema”. Esta afirmación nos dice que, si deseamos verificar el nivel de desarrollo de una competencia, el criterio que debemos utilizar es el estándar. Además, en la propia RVM ya citada se menciona que los desempeños “pueden ser complejos, como las descripciones contenidas en los estándares de aprendizaje; o pueden ser desempeños más acotados, como los que se encuentran, a modo de ejemplos ilustrativos, en los Programas Curriculares de cada nivel o modalidad”. Quiere decir entonces que si el estándar, siendo un desempeño complejo, es un criterio; por deducción, los desempeños “acotados” por grado también son criterios. Por lo tanto, según esta aseveración, los criterios ya están planteados en el Currículo Nacional de la Educación Básica (CNEB).
No obstante, en la misma RVM 094-2020 se dice que “los docentes deben formular criterios para la evaluación”, y que estos criterios “se elaboran a partir de sus estándares y desempeños que deben incluir a todas las capacidades de la competencia”. La pregunta cae de madura: Si primero se afirma que los estándares y desempeños son los criterios para evaluar las competencias, ¿por qué luego se dice que los maestros deben formular criterios para la evaluación? Quiero pensar de buena fe que se puede optar por las dos posibilidades: o evalúo con los estándares y los desempeños del CNEB o formulo mis propios criterios, pero a partir de los primeros. Si yo decido formular los criterios, estos deben tener relación directa con los estándares y desempeños, conservando su naturaleza, su esencia, su complejidad. Pero esta es una especulación. Corresponde al Minedu explicar los criterios que debemos tener en cuenta para formular los criterios.
Hago esta reflexión porque me cuesta comprender aún cómo se están formulando los criterios en las actividades o proyectos integradores de radio y televisión. Por ejemplo, al azar vi que, en el mes de junio, para tercer y cuarto grado de secundaria, se propone el proyecto integrador “Construyendo una convivencia familiar que impacte en mi comunidad”. En dicho proyecto se priorizan las siguientes competencias:
Si se revisa las actividades semanales propuestas para Desarrollo Personal, Ciudadanía y Cívica se observa efectivamente que se desarrollan las dos competencias (Construcción de la identidad y Convivencia y participación democrática). Pero, en la matriz de “Evidencias de aprendizaje” del proyecto solo aparece un criterio y este se mantiene durante las 4 semanas:
Observe que hay un solo criterio para evaluar el área (ni siquiera la competencia). ¿Quiere decir, entonces, que con un solo criterio voy a evaluar las dos competencias? Tengo entendido que cuando se diseña un proyecto se incluye criterios para las distintas competencias priorizadas, y en este proyecto se están priorizando dos competencias, por lo tanto, debería haber como mínimo dos criterios. O ¿debo pensar que para ejecutar el proyecto se han priorizado dos competencias, y que en la evaluación se vuelve a priorizar una de ellas?
Por otro lado, el criterio planteado en el proyecto no es ni el estándar del ciclo ni el desempeño de algún grado, o sea, que no es cierto que el estándar sea el “criterio común”, como el mismo Minedu lo dice. Pero, asumamos la otra posibilidad, que quien diseñó el proyecto planteó su propio criterio, a partir del estándar y los desempeños, tal como estipula la RVM 094-2020-MINEDU. Una breve lectura de los estándares y los desempeños de las dos competencias priorizadas permiten concluir que no hay relación entre estos y el criterio o, si lo hay, es mínima. Entonces, ¿de dónde sale el criterio? Exijo una explicación, diría Condorito. Pero, además, habría que aclarar si con un solo criterio se puede evaluar más de una competencia.
Algo similar ocurre con el área de Comunicación. El cuadro de competencias priorizadas indica que se desarrollarán las tres competencias del área, pero en la matriz de “Evidencias de aprendizaje” del proyecto, solo se formulan criterios para una competencia:
Nuevamente, cuando se priorizan tres competencias quiere decir que las tres son importantes y las voy a desarrollar con la misma intensidad, por lo tanto, merecen evidencias y criterios que permitan evaluar cada una de ellas. En el cuadro anterior solo se presenta criterios para la producción de textos escritos, ¿quiere decir que también se hizo una priorización de la prorización? Y aunque hay que reconocer que los criterios sí se relacionan con la competencia y sus capacidades; sin embargo, se alejan mucho de lo que el estándar pide para ese ciclo y grados. Se podrá argumentar que solo se han considerado los criterios de la competencia que se desarrolla hasta el final del proyecto y que los criterios para evaluar las otras competencias se dan durante el desarrollo de las actividades semanales. Bueno, pues, en la semana 10 se plantea la sesión “Conocemos y leemos textos expositivos discontinuos”, y según la guía docente se desarrollan las siguientes competencias y capacidades:
Y aquí sucede algo raro, pues, en las “Orientaciones específicas” de esa sesión se le dice al maestro que “Considere los siguientes criterios para orientar al estudiante:
- Adecúa su texto al destinatario, el propósito y el registro a partir de su experiencia previa y de fuentes de información complementarias.
- Organiza y desarrolla lógicamente las ideas en torno a un tema.
- Reflexiona y evalúa de manera permanente la coherencia y cohesión de las ideas en el texto que escribe”.
Claro está que estos “criterios” pertenecen a producción de textos escritos y no a las competencias que se espera desarrollar. Quizá hubo error de ubicación, pero en las otras actividades semanales del proyecto tampoco aparecen.
El Minedu debe aclarar, además, cuál es la relación entre los criterios planteados en el desarrollo de las sesiones y el criterio formulado en la matriz de "Evidencias de aprendizaje" del proyecto. Para mejor análisis, en el siguiente cuadro transcribo los criterios para evaluar la producción de textos, considerados en la Guía docente para la programación semanal:
Como se indica en el cuadro anterior, en la sesión del 19 de junio, los estudiantes deben planificar la elaboración de un folleto, lo cual implica hacer un plan de redacción, en el que se indique el tema, el propósito, los destinatarios, etc. De los tres criterios propuestos, el único que podría ser pertinente es el primero, pues los dos siguientes se refieren al desarrollo de las ideas y al uso de recursos textuales, y esto se hace recién cuando se redacta el texto. Ojo, el primer criterio dice que se debe adecuar el texto al destinatario, al propósito, al tema, etc. Pero, la adecuación se realiza cuando se está escribiendo el texto, que sucede después de la planificación. O sea que en esa sesión no habría criterios para evaluar la competencia. Este problema se presenta porque la capacidad vinculada con la planificación del texto ya no figura en el CNEB[1], por lo tanto, ya no hay desempeños. En este caso, el profesor sí debería proponer criterios para evaluar la planificación del texto.
En la sesión del 26 de junio los estudiantes deben elaborar el folleto. Pero, ¡oh, sorpresa!, ahora sí figura un criterio para la planificación (Identifica el tema, el propósito, el destinatario y el registro a emplear en tu folleto), que debió estar en la sesión anterior. Luego se presentan tres criterios más y estos sí se relacionan con la etapa de redacción, pero habría que ver si todo eso se puede lograr en una sola semana (los estudiantes deben saber utilizar conectores, conjunciones, signos de puntuación, etc.). Y el último criterio no pertenece a producción de textos escritos, sino a la comunicación oral, que se tendrá en cuenta cuando el estudiante exponga el folleto a su familia.
Ahora, en la sesión del 26 de junio se culmina el proyecto con la elaboración y exposición del folleto ante la familia, ¿por qué, entonces, los criterios que se proponen al término de la sesión difieren de los criterios que se plantean en la matriz de "Evidencias de aprendizaje" del proyecto? En todo caso, ¿cuáles criterios dan más pistas para evaluar la competencia: los que se plantean al final de la sesión del 26 de junio o los formulados en la matriz de evidencias del proyecto?, ¿por qué no pueden ser los mismos criterios si se supone que en esa sesión se culmina el proyecto y es allí cuando se evalúa la competencia?, ¿se pretende dar la idea de que hay criterios generales y específicos o finales y de proceso? Sin duda, esto merece una aclaración urgente. Más aun, cuando en las guías de las actividades de la web no se están incluyendo criterios, y son los maestros los que deben seleccionarlos o formularlos, sin lo cual no se puede hacer retroalimentación.
[1] En su momento, sugerí que las capacidades de esta competencia deberían seleccionarse en función del proceso de producción del texto (planificación, textualización, revisión, corrección y edición), tal como figuraba en el Diseño Curricular Nacional (DCN). Pero, inexplicablemente, obviaron la capacidad vinculada con la planificación.
BIEN COLEGA MAESTRO,BUEN ANÁLISIS,MUY INTERESANTE QUE NOS AYUDA A CLARIFICAR ESTA ESTRATEGIA.
Interesante análisis Maestro