Hace unos días publiqué un artículo sobre la relación entre las experiencias de aprendizaje y las unidades didácticas. En él afirmaba que las primeras estaban en el plano de los enfoques y las estrategias (que daban luces sobre cómo desarrollar las competencias de los estudiantes); y que las segundas, en cambio, correspondían a los niveles de la planificación curricular y que, por lo tanto, no se podían reemplazar unas por otras. Sostenía, además, que lo más adecuado era que en las unidades didácticas se incorporaran esas experiencias o actividades complejas para garantizar el desarrollo de las competencias de los estudiantes.
Al respecto, he recibido muchos comentarios de respaldo y otros discrepantes, pero igualmente respetables. Se dice, por ejemplo, que se habla de experiencias de aprendizaje porque estas permiten realizar actividades “potentes” que movilizan las competencias y capacidades en forma armónica y articulada para afrontar determinados retos. Además, se afirma que las experiencias de aprendizaje permiten centrar la atención en el estudiante, al desarrollar su autonomía y pensamiento complejo. Esto está bien y creo que todos coincidiremos en que eso es lo que tenemos que hacer cuando se trata de desarrollar competencias.
Ahora bien, cuando se revisa el Currículo Nacional de la Educación Básica (CNEB) se
advierte que en él ya se describen amplia y claramente todas las características otorgadas a las hoy llamadas “experiencias de aprendizaje”. A lo largo del CNEB y de los programas curriculares de cada nivel se explica que hay que partir de situaciones significativas retadoras y de interés del estudiante, que se realicen actividades secuenciales y complejas que requieran del ejercicio de las competencias y capacidades en forma articulada, que se desarrolle el pensamiento complejo y la autonomía, etc. Y la explicación de estas características se realiza sin necesidad de etiquetarlas como experiencias de aprendizaje.
En el siguiente cuadro se realiza un paralelo entre la definición de experiencias de aprendizaje significativas propuestas en la RVM 033-2020-Minedu y lo que se plantea en las "Orientaciones pedagógicas para desarrollar competencias" del CNEB:
El análisis del cuadro anterior permite afirmar que no hay absolutamente nada nuevo en las llamadas experiencias de aprendizaje, salvo el nombre que ha terminado de confundir a los maestros. Y eso que se ha tomado como única referencia las páginas destinadas a las “Orientaciones pedagógicas para el desarrollo de las competencias”, pues como ya afirmé, en todo el CNEB, incluidos los programas curriculares, se explica de manera más profunda y detallada la forma como se desarrollan las competencias de los estudiantes. Se entendía, entonces, que en la unidad didáctica (considerada como prácticas de los niveles de gestión curricular) se debería incluir actividades que cumplieran con las orientaciones dadas en los documentos curriculares oficiales.
No había necesidad, entonces, de incorporar una nueva categoría. Se argumenta que los profesores en sus unidades didácticas ponen énfasis en lo que ellos hacen y no en lo que deberían hacer los estudiantes. Seguramente eso está sucediendo, y es natural que suceda así porque procedemos de una formación centrada en la transmisión de contenidos disciplinares, pero eso no justifica que un nivel de planificación sea reemplazado por categorías relacionadas con los enfoques y estrategias. En consecuencia, lo que se debió hacer desde el Ministerio de Educación y sus instancias de gestión descentralizada es orientar a los maestros sobre cómo incluir en sus unidades didácticas actividades que garantizaran realmente el desarrollo de las competencias de los estudiantes, de acuerdo con las orientaciones pedagógicas del CNEB y las características y demandas del contexto. Caso contrario, el mismo Minedu estaría desconociendo lo que plantea desde sus propios documentos curriculares.
Como estrategia para afrontar el desarrollo del periodo lectivo durante la PANDEMIA COVID 19, el Minedu proporcionó materiales de apoyo denominados EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE, como Unidades Didácticas adecuadas al contexto pandemia (cortas, contextualizadas, integradoras etc), y que muy respondieron al contexto. Hoy, de regreso a la presencialidad ante un horario extendido y completo, retomemos a nuestro nuevo contexto POST-PANDEMIA y diseñemos nuestras UD considerando algunas características valiosas de la anterior experiencia. Tener en cuenta que no hay formato rígido para planificar, tanto el formato etiquetada como "EXPERIENCIA DE ARENDIZAJE" y las UNIDADES DIDÁCTICAS comúnmente trabajadas deben estar acorde a las Orientaciones Pedagógicas del enfoque por competencias.....opta por el más práctico y funcional, pero no te distraigas en si es UD…
Ahora que en las orientaciones pedagógicas para el servicio educativo de educación básica durante el año 2020 en el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus COVID - 19, organización de las actividades en experiencia de aprendizajes,considerado como proyectos, unidades de aprendizaje, estudios de caso,entre otros.... Considero que las experiencias de aprendizaje debe de partir de situaciones problemáticas, de interés del estudiantes y desarrollar durante un periodo a lograr los propósitos planteados para el desarrollo de la experiencia de aprendizaje
Las experiencias estan incluidas en las unidades didacticas, el analisis es muy importante ademas este tema es redundante, estas precisiones son para la mejora de la vivenciacion del proceso pedagogico, forzando el lenguje podria considerarse una ADENDA PEDAGOGICA para optimizar las unidades didacticas, agradecido con la publicacion estimado ELVIS
Excelente aclaración. Valeee
Efectivamente, felicito su nivel de análisis, algo que muy pocos han logrado entender. Recuerdo las palabras de mi formador: la experiencia de aprendizaje es para y pensando en el estudiante y, la unidad de aprendizaje es para el docente. Con ello, se puede inferir que la unidad permite tener una orientación de cuántas experiencias de aprendizaje voy distribuir en el trimestre, a qué evidencias apuntarán; es decir que propósitos de aprendizaje pretendo lograr. Allí se cumpliría que: "planificación y evaluación, son dos caras de la misma moneda". Sabiendo los propósitos y evidencias, recién puedo plantear las actividades, tiempo, acciones y otros en la EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE.